Hay un mundo esperando para todas nosotras y en “Toma las riendas” lo descubrí.

Hablé y compartí con personas muy diversas, más o menos de la misma edad pero que por diversos motivos, como proceder de una familia desestructurada, cultura, situación económica, legal o tener problemas de drogadicción, hace que atravesemos diferentes crisis y nos cuestionemos absolutamente todo. Lo único que hemos tenido en común todos los participantes del programa es no correr con la misma suerte durante nuestras etapas de desarrollo. La mayoría de las personas jóvenes de nuestras comunidades somos gente joven ansiosa por cambiar las cosas, pero sobre todo, ansiamos por cambiarnos a nosotros mismos la mayor parte del tiempo.

Descubrí que había una manera de abrirme al mundo. Supe reconocer con 17 años que tenía aspiraciones reales que he conseguido en el tiempo, hasta saber cómo potenciar mis habilidades y capacidades para mi desarrollo personal, mejorando mi autoconcepto con las actividades y las metodología del proyecto.

Hace 5 años descubrí que, a pesar de pasar una situación difícil, mi red de apoyo veía cosas en mi que yo era incapaz gracias a una actividad del proyecto. Es uno de los muchos motivos por el que decidí convertirme en voluntaria y seguir compartiendo. He aprendido a potenciar mis capacidades en estos cinco años y he continuado ayudando a jóvenes a construir sueños en medio de las dificultades.

Considero que esto es algo mágico. Necesitamos en nuestras comunidades proyectos que trabajen a corto plazo algo que nos sirva de por vida. Necesitamos creernos capaces, pero lo más importante es, saber cómo. Necesitamos que nos pongan más retos con menos exigencias, divertiéndonos y ayudando a construir nuestros propios sueños. Necesitamos que nuestros educadores nos acompañen de una nueva manera, creando espacios saludables donde poder hablar de emociones, sueños y aspiraciones a la vez que inconscientemente potencies tu desarrollo con un educador. Eso es algo mágico.

Hace que me considere afortunada tras haber pasado por aquí. Antes de esto yo era una chica que su mayor aspiración era conseguir un trabajo, ahora me he convertido en una mujer capaz de estudiar un Grado Superior en Integración Social al mismo tiempo que trabaja como Auxiliar de Enfermería en un hospital y que aspira a estudiar una carrera universitaria a la vez que la vida me sigue golpeando de la misma manera, ya que me encuentro con las mismas dificultades que hace cinco años, pero no me impiden seguir trabajando en la construcción de mis sueños.

Gracias Gema, Axel y Cristina y las personas que han hecho esto posible. Gracias por creer en el desarrollo de la juventud inquieta y compartir esto con nosotros.

Mery Bielo, participante y voluntaria de ‘Toma las riendas’